Fertirrigación en comunidades de regantes

Consigue una fertirrigación en comunidades de regantes para aumentar la productividad y ahorrar fertilizantes con las bombas dosificadoras de ITC.

 

Una comunidad de regantes es una agrupación de todos los propietarios de una zona regable, unidos obligatoriamente por Ley, con el objetivo de administrar de forma autónoma y común aguas públicas, sin ánimo de lucro.

El funcionamiento de dichas comunidades se encuentra sujeto a la normativa y a los instrumentos reguladores como pueden ser estatutos, reglamentos o convenios. Por norma general, se suelen conformar por un número reducido de miembros (menos de 20).

En esta línea, el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, establece la obligación de constituir comunidades de usuarios del agua y otros bienes de dominio público hidráulico de una misma toma, de manera que cuando el destino dado a las aguas fuese principalmente el riego, se denominarán comunidades de regantes.

Características y funciones

Las principales características y funciones de una comunidad de regantes son las siguientes:

  • Personalidad jurídica, complementada con el carácter público del ejercicio de sus funciones, con calificación de administración pública.
  • Organizan los aprovechamientos colectivos de aguas públicas, superficiales y subterráneas que le son comunes.
  • Distribuyen y administran las aguas concedidas, sujetándose a normas sancionadas por la Administración y elaboradas por los propios usuarios.
  • Velan por el mantenimiento de las infraestructuras de regadío.
 
 Fertirrigación en comunidades de regantes: equipos de inyección para la fertilización
 

 

Debido a las características de los cabezales de filtración e impulsión más utilizados en comunidades de regantes, y por su posible funcionamiento a muy diferentes rangos de caudal, es necesario contar con un equipo de inyección adaptable a los mismos.

Como son cabezales que normalmente trabajan con presiones superiores a 5 bares y caudales en rangos máximos de 200 a 600 m3/h, es desaconsejable utilizar sistemas basados en el Venturi ya que conducirían al malgasto de aproximadamente un 30% de la presión e, incluso, al sobredimensionado de un sistema de gran valor económico. Esto obligaría a contar con un control complementario del volumen inyectado de cada producto.

En esta línea, también se desaconseja utilizar bombas inyectoras hidráulicas no proporcionales ya que extraen parte del caudal del propio sistema, lo cual no es siempre asumible. Además, no son fácilmente controlables en condiciones de caudales diferentes o variables. Este tipo de dosificadoras, aunque crean una pérdida de carga reducida, no son apropiadas porque el dimensionado es insuficiente para los caudales que solemos encontrar en estas instalaciones.

Requisitos de los dosificadores en instalaciones de fertirrigación

Las dosificadoras en una instalación de fertirrigación en una comunidad de regantes deben cumplir una serie de requisitos que aseguren una adecuada elección. Entre ellos destacan:

  • Seguridad: resistencia a productos químicos dosificados y presiones de trabajo, protección del acceso a partes móviles (especialmente la cámara posterior del pistón y la ventilación).
  • Precisión
  • Fiabilidad mecánica
  • Dimensionado correcto
  • Posibilidades de control
  • Facilidad de uso por el regante y el técnico
 

Dosificadoras eléctricas de pistón

Todas las características mencionadas anteriormente pueden obtenerse con el uso de dosificadoras eléctricas de pistón. Estas están preparadas para dosificar fertilizantes y ácidos y se encuentran convenientemente reguladas a través de controladores adecuados.

La instalación en sí y el resto de elementos concurrentes como pueden ser tuberías, cableados o válvulas, entre otros, deben mantener estas características, así como contar con un programa de mantenimiento adecuado y un uso de fertilizantes de calidad.

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Instalación típica de fertirrigación para comunidades de regantes

Los equipos más utilizados para la práctica de la fertirrigación son los siguientes.

Depósitos

Los depósitos se utilizan para almacenar el producto a dosificar, ya sea fertilizante, ácido u otros productos complementarios. Estos deberán ser resistentes y dimensionados en función de la estrategia de compra y reposición o elaboración del producto, garantizando siempre una autonomía suficiente del mismo.

En el caso de elaborar el producto “in situ” a partir de la disolución de productos solubles, se deberá proveer un sistema de agitación que facilite una preparación rápida del líquido que debemos inyectar. También pueden proveerse sistemas de trasvase de productos químicos entre los diferentes depósitos (normalmente son bombas centrífugas que resisten los fertilizantes).

Por otro lado, disponer de sistemas de visualización y detección del nivel del depósito resulta muy útil ya que evitan el agotamiento imprevisto de los mismos.

Dosificadoras

Son el dispositivo que bombea los productos. Una dosificadora eléctrica trifásica se alimenta a través de un variador de frecuencia, habitualmente de pistón. Estas deben ser tantas como los productos a dosificar de forma simultánea.

Las dosificadoras deben estar dimensionadas en función de las necesidades hídricas y nutricionales de los cultivos a regar y el clima de la región. Dicho dimensionado no se realiza nunca en base a la pluviometría media, sino que se debe tener en cuenta la incidencia de períodos poco frecuentes de mayor pluviometría o menor ETP de la habitual.

En estos períodos, la dotación de riego suele disminuir, aunque no lo hacen la necesidad de nutrientes que puede ser incluso mayor si se aplican técnicas de riego deficitarias. Por ello, resulta esencial aportar una misma cantidad de nutriente durante menos ciclos o tiempo de riego.

Conducciones eléctricas

Podemos encontrar tres tipos de conducciones:

  1. Aspiración: recorre desde el depósito hasta la válvula de aspiración de la dosificadora. Entre los errores más frecuentes en conducciones de aspiración encontramos el infradimensionado, el desnivel excesivo o la presencia de sifones.
  2. Impulsión: recorre desde la dosificadora hasta la válvula de inyección en la tubería principal del riego. Entre los errores más comunes en conducciones de impulsión también encontramos el infradimensionado. Otros errores serían la presencia de válvulas de accionamiento manual que resulta especialmente peligrosa si no hay válvulas de alivio.
  3. Retorno: retorno al depósito o purga en cado de hacer válvulas de alivio o válvulas de purga.

En general, resulta de vital importancia que las tuberías se encuentren correctamente dimensionadas, en especial la de aspiración ya que se deben tener en cuenta la longitud y desniveles entre los diferentes dispositivos y accesorios.

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